La Justicia venezolana concedió el arresto domiciliario al líder opositor Leopoldo López por "problemas de salud", dijo el sábado el máximo tribunal del país, después de permanecer tres años y medio en una cárcel militar en las afueras de Caracas.
López, de 46 años, purga condena desde principios del 2014 acusado de instigar una primera ola de protestas callejeras contra el gobierno de Nicolás Maduro que dejó 43 muertos. "Sala Plena del TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) otorga casa por cárcel a Leopoldo López por problemas de salud", escribió la máxima corte del país en su cuenta de Twitter.
El TSJ no dio mayores detalles de la salud del economista educado en Estados Unidos, pero dijo que la medida le fue otorgada el viernes.
A principios de mayo, el Gobierno socialista difundió un video de López donde se le ve en buena forma física, luego de que se esparcieran rumores de su posible fallecimiento tras más de un mes de impedírsele ver a su familia.
La noticia fue celebrada por los demás líderes opositores, que exigieron se libere a las más de 100 personas que consideran "presos políticos" en las distintas cárceles del país petrolero. "Nos da gran alegría que Leopoldo López esté en su casa con su familia. Tiene que darse su libertad plena como a todos los presos políticos", escribió su excompañero de tolda, Henrique Capriles, en Twitter.
Desde que se entregó a la justicia, acompañado por una multitud de seguidores, López se había convertido en el preso más célebre del país, catalogado por sus seguidores como un prisionero de conciencia, pero tildado por el chavismo gobernante como un criminal violento.
"¡Me están torturando!", había gritado Leopoldo López desde la cárcel donde se encontraba detenido
Mientras estuvo en prisión, su esposa Lilian Tintori se encargó de llevar la voz de su marido por el mundo, incluido el Vaticano, asegurando que Venezuela es gobernada por una "dictadura".
Gobiernos de distintas partes del globo y organizaciones como Amnistía Internacional habían pedido por años la liberación de López. A fines del 2015, uno de los fiscales que llevó el caso de López huyó de Venezuela y dijo a través de un video que las pruebas contra el opositor eran "falsas" y que había sido sometido a "inmensas presiones" para encerrarlo. (Reuters)